A raíz del post publicado con el
nombre de Crisis, What crisis?, se suscitó un interesante debate en torno al
Positivismo, no tan solo a la Psicología positivista si no a toda la tendencia
del pensamiento positivo que, en su día, tantos seguidores atrajo en diversos
sitios del planeta.
Hoy, según distintos medios de
prensa escrita, esta vivencia o corriente de pensamiento parece estar incluso
mal vista algo comprensible si se piensa únicamente según los antiguos
paradigmas.
El debate se tornaba interesante
por los diferentes puntos de vista pero, al fin, desvelaba que el fin último
que perseguimos es el de sentirnos plenos o, para quien prefiera otra
terminología, sentirse felices, aunque no necesariamente tiene que ser lo
mismo.
Sigo manteniendo la firme
creencia de que en nuestras manos está la capacidad de elección, posiblemente
la mayor de las capacidades del ser humano en su condición de tal: la capacidad
de elegir su actitud frente al destino, tal y como nos enuncia Víctor Frankl en
su pequeña obra maestra El hombre en
busca de sentido, lo cual implica la capacidad de relativizar aquello que
ocurre, o de tomarlo como la oportunidad de crecimiento que es cualquier suceso
de nuestra vida.
Somos dueños de las respuestas
que damos al destino y, siempre, tenemos la capacidad de elegir, pase lo que
pase, por duras que sean las circunstancias.
Hay un hecho significativo:
atraigo aquello que difundo, así si propago optimismo, probablemente será eso
lo que recoja y, por el contrario, si el negativismo es mi enseña, eso será lo
que atraiga.
Muchos errores han supuesto
grandes descubrimientos para la humanidad, aunque quizás podríamos decir que
fueron la forma en que se afrontaron esos errores lo que devino la posibilidad
de esos hallazgos, desde los Rayos X hasta la tarta tatin, desde los populares
post-it hasta la Viagra.
No podría estar más de acuerdo con tus razonamientos.
ResponderEliminarYo elijo sonreír, levantarme cuando me caigo, y aprender del error.
Para qué cometer los mismos errores habiendo tantos nuevos por descubrir...
Esta semana me han hecho uno de los cumplidos más bonitos. En medio del estrés de la organización de un evento para 25.000 personas en Barcelona, donde los problemas y los inconvenientes surgían por doquier... El máximo responsable del evento, el que se jugaba el puesto y el dinero, me dijo; Luisa, tu risa es música para los oídos...
Y es que buscar el lado positivo de las cosas, la solución y no tanto el culpable es más beneficioso que la queja y el desanimo.
Digamos que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional...
Yo elijo no sufrir innecesariamente, aunque eso no significa que en mi vida no haya dolor.
Saludos
Luisa
Hola de nuevo Luisa,
ResponderEliminarCreo que solo puedo decir gracias por tan maravillosa aportación. Como bien dices, siempre hay elección, aunque las condiciones sean adversas y, esa sonrisa, esa carcajada, ese buscar algún aprendizaje en la caída, la verdad es que no tiene precio.
Hay algo curioso y es que se ve esa sonrisa en tu escrito y eso, hoy, es realmente difícil de ver, así que sea bienvenida siempre que quiera llegar.
Un abrazo grande
Jordi