miércoles, 24 de febrero de 2010

FORTALEZA

Tiempos difíciles los que nos ha tocado vivir; tiempos afortunados también porque, si bien es cierto que tenemos un camino jalonado de simas, precipicios y acantilados externos, no lo es menos que tenemos los medios internos para construir puentes robustos si, y solo si, hacemos caso a nuestro interior y aprendemos a no dejarnos llevar por el desánimo y la desazón.

Doy gracias a estos tiempos porque en ellos estoy aprendiendo, de verdad, la grandeza de la amistad, la nobleza de las personas, la fortaleza que reside en nuestro ser y que pugna por salir de esa cárcel de confort que, con tanto mimo y esmero, le hemos ido construyendo, castrando así su potencial de plenitud y entronizándola a la mediocridad más absoluta.

No hay meta, por alta que esta sea, que no podamos conseguir, tan solo hay que acallar esas voces timoratas, cortar las cadenas de la comodidad y lanzarnos a conseguir nuestro sueño, nuestra meta, nuestra ilusión. No habrá mayor desencanto, con el correr del tiempo, que pensar en lo que pudo ser y no fue por temor a perder aquello que teníamos.

Todos y cada uno de nosotros somos Guardiola, Messi, Alonso u Obama, todos somos grandes, poderosos, tan solo tenemos que salir de nuestro límite….mental. El mundo, tu mundo, mi mundo, están ahí fuera esperando que salgamos a buscarlo; no dejemos que se marchite y hagámoslo crecer en nosotros.

jueves, 18 de febrero de 2010

CONSECUENCIAS DE LOS IDOLOS CON PIES DE BARRO

No deja de sorprenderme la capacidad que tenemos los seres humanos de hacer nuestras, miserias que no son más que generalizaciones….y me explico.

Los editores de CAPITAL HUMANO tuvieron la gentileza de publicarme un artículo, en el número de febrero de 2010, en el que hablaba sobre los ídolos con pies de barro (ver texto en este mismo blog: http://koakura.blogspot.com/), algo que hasta aquí es lógico si tenemos en cuenta la misión de cualquier revista, que es la de difundir opiniones, conocimiento o sucesos acaecidos, de forma objetiva.

La sorpresa se produce cuando recibo media docena de contactos, entre llamadas y correos electrónicos, de distintas personas que ocupan posiciones ejecutivas en diferentes empresas, identificando su organización con el dibujo genérico que de algunas organizaciones enfermas de EGO hacía aunque, naturalmente, ese ego correspondía a algunos dirigentes TIPO (lamento si alguno de ellos se ha visto identificado aunque, si así ha sido, unos baños de humildad podrían ser un buen remedio), siempre hablando desde una perspectiva incorpórea y abstracta, sin personalizar en ningún momento.

La siguiente derivada es pensar el porqué, estas personas, piensan que me refiero a la organización en la que prestan sus servicios ya que, obviamente, si piensan así, no puedo pensar en una persona que esté alineada con sus jefes, aunque sí, quizás, alienada por los mismos lo cual podría ser, en lo fonético, parecido pero, ni por asomo, sinónimo en su significado.

Esta es, sin ningún género de dudas, una excelente oportunidad para identificar elementos tóxicos y neutralizarlos, ya sea desde la perspectiva del trabajador (buscar una oportunidad alineada, esta sí, con sus valores y luchar por ella), o del empresario (sustitución inmediata de las bacterias causantes del mal, incluso si se tratara de ellos mismos, por el bien de los beneficios futuros).

domingo, 14 de febrero de 2010

VIVIENDO EN PLENITUD, SIGUIENDO PRINCIPIOS Y VALORES

Estamos atenazados por miedos, algunos lógicos y otros completamente absurdos, fruto de la conveniencia de unos pocos que pretenden mantenernos anestesiados y sometidos a sus designios; ¿cuántas vidas plenas se ven truncadas por la mediocridad más absoluta?, ¿cuántas vidas dejan de ser vividas en beneficio de un pretendido confort que no hace más que limitarnos?, ¿cuántos principios son pisoteados en aras del mantenimiento de un pretendido statu quo?.

No hay mayor satisfacción que aquella que nace desde el convencimiento y de la acción guiada por unos valores, por unos principios, profundamente enraizados en nosotros mismos y que, en muchas ocasiones, no encontramos el tiempo para salir a buscar. Cuando simplemente nos dejamos llevar por los convencionalismos, por ser políticamente correctos, por no contrariar a nuestra pareja/jefe/compañero/… actuamos sin tener en cuenta (o incluso actuando contra) nuestros principios, estamos limitándonos, estamos coartando nuestro crecimiento y conformándonos con una vida que no es más que un burdo sucedáneo de lo que podría ser.

Actuemos siguiendo nuestros convencimientos, tanto en lo personal como en lo profesional; alejémonos de aquellas organizaciones que pretenden ordenarnos cómo, cuándo o con quien compartir o la forma en que hacerlo. Encontramos un cúmulo de empresas que pretenden decirles a sus empleados con quien relacionarse o cómo hacerlo, bajo el escudo del bien común cuando, en realidad, lo que esconden no es más que un disfraz de pseudosecta formada por montones de epsilones (leer, de Aldous Huxley, un Mundo Feliz, publicada en 1932).

Tuve la fortuna de asistir a una charla que ofreció Francisco Belil, máximo Ejecutivo de SIEMENS en España, el cual nos contó como , a través la observación, a través del seguimiento de sus principios como Directivo, cambió la vida de uno de sus colaboradores permitiéndole el máximo desarrollo profesional y crecimiento personal. Actuaciones como la suya, enraizadas en Valores internos muy profundos, son los que hacen que una vida pueda ser vivida en plenitud.

He visto también la renuncia a un Status Quo por el seguimiento de unos valores personales y como esa actuación, permitió un fuerte crecimiento personal, aún y a costa de determinados sacrificios y sufrimientos iniciales que se tornaron en plenitud.

No dejemos que vivan nuestra vida por nosotros, no nos conformemos con que vean la cara que quieren ver y vivamos plenamente, por nosotros y por la sociedad.

martes, 9 de febrero de 2010

Liderar a través de la Escucha y el Servicio

Hace ya del orden de unos seis años, una compañera de mi equipo tuvo la gentileza de hacerme una critica: “Jordi, no me escuchas”; aquello fue un detonante para iniciar un duro camino en el arte de la escucha, no ya activa, si no en profundidad; personas de la grandeza de José María Rodriguez Porras tuvieron la paciencia y la generosidad de enseñarme algo que yo presuponía, ingenuo de mi, que conocía a la perfección.

El paso del tiempo ha hecho que, aún y no siendo perfecto, mi nivel de escucha haya subido muchos enteros, especialmente si estoy centrado en mi labor como Coach, algo que mis clientes juzgarán si es, o no, cierto o si, por el contrario, “necesita mejorar”, de una forma intensa.

Lo cierto es que encontramos un buen número de directivos y mandos intermedios que nunca tienen tiempo para dedicárselo a sus colaboradores, para conocerles en profundidad, saber de sus anhelos, sus angustias, sus ilusiones y proyectos vitales. Son escuchas que, más que eso, podríamos catalogarlas como de ausentismo mental y sensorial.

Ahí es donde entran las empresas extraordinarias, aquellas en las que las personas se escuchan entre ellas y los empleados se sienten alineados por que la empresa también lo está con sus intereses ya que han optado, por simple que parezca, por poner en marcha los principales activadores motivacionales.

El aspecto es simple, aunque requiere de Directivos que toquen con los pies en el suelo, conscientes de la importancia de las personas y de los aspectos que consiguen remover sus emociones, lejos de aquellos que preconizan la gestión sin emociones y únicamente desde la vertiente racional. Quizás, a estos últimos, les interesaría profundizar en títulos como LA PARADOJA de James C. Hunter y comprender, quizás, solo quizás, el Liderazgo a través del Servicio, aunque para ello hace falta despojarse de la soberbia, hacerla jirones y tornarla en humildad, sencillez y generosidad.

domingo, 7 de febrero de 2010

Ídolos y gigantes con pies de barro. Beneficios de la incertidumbre

En la labor diaria que desarrollo como Consultor y como Coach, estoy en contacto continuado con personas que desarrollan diversas actividades, desde los estudiantes de universidades o escuelas de negocios, hasta los empleados públicos o privados, altos directivos o profesionales liberales; todos ellos tienen algo en común: son personas, aunque a veces sea difícil reconocerlos como tales, por los enormes esfuerzos que hacen para ocultarlo.

Del mismo modo, las organizaciones, grandes o pequeñas, públicas o privadas, mercantiles o con finalidades sociales, comparten diversos factores comunes, de entre los que destaca el estar realizando su misión con personas, algo que, a menudo, y más en estas épocas, parecen olvidar. Organizaciones que, apenas hace un par de años anunciaban a bombo y platillo ambiciosos planes RSE, de conciliación o ambos, o enumeraban su alta implicación con el bienestar de las personas, sufren de una profunda amnesia que les lleva a una peligrosa ley del péndulo. Algunas de ellas, incluso llegaron, antaño, a ser premiadas por estos motivos….sobre el papel

A diario oímos hablar de antiguos ídolos personales, personas a las que sus alumnos/colaboradores/compañeros/jefes, habían ascendido a los altares, que han caído en profundas simas, algo a todas luces injusto, con los ídolos y con sus creadores ya que las personas no somos más que eso: personas, aunque a más de uno le cueste creérselo y devenga en una especie de reyezuelo de república bananera con ínfulas de Capitán General.

Todo y así, debemos ser conscientes de que esos ídolos caídos, tienen buena parte de culpa de su caída al crecerse ante el halago, al ser ellos mismos los grandes propagadores de historias banales convertidas en grandes gestas, procurando ensombrecer esos pequeños matices que tan grandes hacen a las personas y tanto ayudan a las organizaciones.

Veo y oigo decisiones guiadas por la más enorme de las soberbias; personajillos de tebeo cuya mayor cualidad ha sido estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, utilizando el temor como moneda de cambio y a quien todo se le perdona porque “el/ella es así”.

Cuando vemos organizaciones en las que la salida de personas es un continuo goteo; cuando, además, esas personas son personas que han demostrado sobradamente su valor y cuentan con ideas frescas para el futuro, ímpetu, empuje, optimismo y alegría ajada por la cultura organizacional, empecemos a pensar que esas personas no dejan la Organización; ¡huyen de ella y de sus jefes! Y, lo que es más curioso, vemos como esos mismos jefes, denostan a esas personas. Suelen ser estructuras con muy poca capacidad de autocrítica, soberbia a borbotones y gestores que no concilian ni tan siquiera con ellos mismos.

Bendita crisis, bendita incertidumbre que hace aflorar hogaño esas miserias. Aunque pueda parecer injusticia o crisis personal, es una espléndida oportunidad para renacer y valorar en su justa medida la vida cotidiana, nuestro sueños e ilusiones y, sobre todo, para alinearnos con nosotros mismos y aquello que anhelamos; lejos del hedonismo y próximo a nuestro interior; un momento en el que llega a verse la satisfacción de echar una mano sin esperar nada a cambio, de contribuir a la recuperación de unos valores que, no olvidemos, siguen ahí esperando a que vayamos a buscarlos. Por fin, bendita incertidumbre.

Jordi Vilá

Inicio del blog y agradecimientos

Hoy empiezo un nuevo camino que me tiene que llevar a compartir con las personas que así lo quieran, reflexiones personales, vivencias, anhelos y objetivos, esperando siempre el comentario, la crítica, el debate, que tanto enriquecen las relaciones interpersonales.

Este inicio coincide con el inicio de una nueva etapa en mi vida, una etapa en la que arranco un proyecto personal y profesional, centrándome en trabajar "akuradamente" con las personas, por las personas y para las personas, poniendo la personalización plena, el trato exclusivo y singular en cada una de mis actuaciones en el ámbito del Coaching y del Tránsito de Carreras (Outplacement), como principal forma de trabajo. La Conciliación y los Planes de Igualdad, serán también una plataforma en la que poder caminar junto a vosotros.

No podría finalizar este escrito sin un agradecimiento a las personas que, en este momento de arranque, están a mi lado. No pondré nombres por que es seguro que el olvido guardaría a alguna persona importante para mi en su regazo. Ha sido tremendamente emocionante ver como personas de toda España me daban aliento y ánimo en mi nueva singladura; nunca llegué a imaginar contar con el aprecio de tantas personas. Apoyo en todos los sentidos, anímico, emocional, profesional, sin esperar nada a cambio. Han conseguido arrancar en mi muchas sonrisas y hacerme sentir pleno, aunque otras circunstancias pudieran ensombrecer mi ánimo.

El causante de este blog es más que un buen amigo, es alguien con quien hemos compartido muchos caminos, muchas alegrías y también algunas tristezas. Gracias por ser tu, gracias por ser así.

Jordi Vilá