Temor al conflicto
Todo debe ser políticamente
correcto, no deben haber desacuerdos, no pueden haber estridencias, todo debe
ser una mar calma….mientras el conflicto erosiona los órganos vitales de la
organización.
Podemos encontrar dos tipos de
conflicto, aquellos que podríamos llamar mezquinos, ruines, con ataques
personales y cobardes en desacuerdos por resolver, donde los contendientes
luchan por el poder de la forma más despiadada y cuyos resultados pueden ser
nefastos, pero que conviene resolver lo antes posible, y aquellos en los que la
propia defensa de los puntos de vista, hacen subir la temperatura.
Tanto en unos como en otros,
impedir que se gestionen, u ocultarlos como si no existiesen, únicamente nos
van a provocar que la infección se vaya extendiendo bajo la epidermis,
lacerando más y más unas relaciones que pueden llegar a un punto sin retorno.
En el segundo tipo de conflicto,
el apasionamiento, los diferentes puntos de vista, provocarán un
enriquecimiento de todas las partes y un intento de sofocarlos sin que se agote
el discurso, lo único que provocará será impedir que soluciones diversas y
creativas puedan salir a la luz.
El apasionamiento, la exposición
firme de unas creencias, sin ningún tipo de agresión personal, hace que el
Equipo salga fortalecido y sus componentes aprendan a gestionar las diferencias
de criterio, pudiendo contemplar las opciones contrapuestas sin que sean
percibidas como ataques si no, bien al contrario, como formas distintas de apreciar
los mismos elementos.
Una gestión adecuada del
conflicto, no provocará más que la sana ventilación de las diferencias
existentes, aunque realmente puedan haber algunos líderes que sientan total
aversión hacia él.
Puede resultar del máximo interés
que ese líder sea capaz de leer el campo emocional del Equipo, poniendo sobre
la mesa los estados que se detectan y que no afloran, ya sean de frustración o
de alegría, puesto que hacer un caso omiso de ellos, no hará que desaparezcan
si no que posiblemente se intensificarán hasta cronificarse.
Cuando el Equipo es capaz de
obviar los conflictos personales y gestionar los ideológicos, el Equipo entra
en una nueva etapa de madurez en el que es posible despersonalizar cualquier
tipo de debate y, por tanto, de crecer con el mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario