Estoy participando en el
acompañamiento en procesos de transformación a diferentes personas, incluso mi
propia transformación ya que, cuando creo que ha acabado, descubro nuevos
caminos, con lo que es el propio camino el que se convierte en mi objetivo más
que el objetivo en sí mismo.
En un principio, vemos desde
nuestro interior algo que quiere cambiar, simplemente cambiar y, conforme vamos
profundizando, percibimos que el solo cambio no es suficiente ya que nos deja
en la epidermis, en la superficie de lo que queremos transmutar y ahí es donde
nos damos cuenta de que el camino será largo y apasionante.
Vamos avanzando y saliendo de
nuestra zona cómoda, lo desconocido acostumbra a causarnos vértigo, incomodidad
y desasosiego y son muchas las ocasiones en las que pensamos en quedarnos como
estamos. La decisión es nuestra, solo nuestra y tan lícito es seguir adelante
como pararnos y abortar el proyecto; nadie tiene el derecho a juzgar que está
bien o que está mal.
Hay momentos en los que notas que
algo dentro de ti se abre como si fuera carne viva, dejándote exhausto y casi
vencido pero, en ese momento, descubres la grandeza en lo que acaba de ocurrir:
la transformación se ha producido y lo que había al otro lado de la puerta, no
era tan terrible como lo habíamos imaginado. Una vez más, o quizás por vez
primera, sales victorioso de lo que presumías un imposible.
El camino es ahora una bajada que
parece sencilla, pero una nueva sima aparece ante ti reavivando sentimientos
ocultos, temores y vértigos reaparecen con fuerte virulencia dándonos la
impresión de que esta vez no seremos capaces de sortearlos. Nuestro cuerpo se
revela, nuestra mente parece darse por vencida pero, en ese punto, es cuando
sale lo mejor de nosotros, la grandeza que todos y cada uno llevamos dentro
para sacarnos de ahí, para vencer una vez más aquello que un día consideramos
invencible.
Sí, el camino de la
transformación no es fácil, ni rápido, ni agradable en muchas ocasiones, pero
el propio camino es aprendizaje puro que nos lleva a nuestra mejor versión,
mostrándonos la parte más valiente y brillante de nuestro potencial que está
ahí para que lo saquemos. Lo notarás, hay una especie de interruptor que se
activará cuando sea el momento.
¿Hacemos juntos el camino?
Jordi, qué bé que has explicat el procés!!!!... es nota que en formes part. És increíble com el cos i la ment es revelen, com es volen donar per vençuts quan veuen que el camí es posa difícil. Llavors tú et reveles més encara, i es produeix la lluita de tu contra tu mateix... i, de repent, dubtes de tot: de tu, de la teva ment, de que siguis capaç d'aconseguir allò que vols... En el fons, tots som capaços, si més no, d'intentar-ho am totes les nostres forces; però és cert que de vegades donen ganes de desistir (i normalment, l'entorn ens empeny a fer-ho, sobre tot si ells ja han desistit). I quan aconsegueixes alguna meta, per petit que sigui el pas donat, dins de l'emoció i la satisfacció, recuperes la certesa de que vas bé, que estàs en el teu camí, i comences a disfrutar-lo de nou... i l'aigua torna a la calma després del temporal, fins al següent obstacle... Sort que jo sóc de les que, quan se'm fica alguna ceba al cap, sóc més toçuda inclús que la "jo" que desistiria... però tal com dius, trobo totalment respectable la gent que abandona; és un camí difícil, i potser ho remprendràn en un moment en que estiguin més preparats!!... La pena és que un cop has optat per la transformació, encara que és fàcil abandonar, res torna a ser igual... deia Oliver Wendell Holmes: <>... si abandones i no ho reprens en un futur, sempre et quedarà el sentiment de frustració per haver fracasat sense intentar-ho... Diu un proverbi xinès que "el mayor fracaso es no haberlo intentado"... no creus que és millor fracasar en l'intent, aprendre una lliçò i tornar-ho a intentar?? :))
ResponderEliminarEt dóno les gràcies per les teves aportacions, sempre arriben en el moment oportú!!!! Com veus, tal com diu l'Àlex Rovira: res és casual, tot és causal.
Petons,
Cristina.
Per un problema de símbols (la informàtica encara no és perfecte!!), ha desaparegut la cita d'Oliver Wendell Holmes. L'adjunto de nou perquè no té desperdici: "La ment, un cop expandida per una idea, no torna mai a la dimensió anterior"
ResponderEliminarHola Cristina, se me ocurre decir, como dirían mis hijos, polluelos que ya empiezan a volar solos, ¡GUAU!!. Esa tranformación es mágica pero, como bien dices, no es fácil.
ResponderEliminarLa cita a la que aludes me hace venir a la cabeza la metáfora del río que jamás es el mismo porque el agua siempre está en transformación.
Gracias por ser y por estar en un momento como el que estás.
Un besote gordo
Jordi