lunes, 6 de diciembre de 2010

Digno de Reflexión

Os copio el texto de un artículo aparecido hoy día 6 de diciembre de 2010 en la sección de economía de La Vanguardia (pag. 65).

Hay que guardar las apariencias" es el lema de una parte significativa de españoles, un 12% del total, según una encuesta elaborada por la agencia CP Proximity, que ocultan incluso a amigos y conocidos que, como la mayoría, han perdido ingresos a causa de la crisis económica.

Juan Manuel Martínez, director de estrategia de la firma, recuerda que esta actitud es aún mayor en un grupo de población que califica de esnob (más derrochadora y consumista y preocupada por las apariencias), que estima en un 21% de la población, entre el que sólo el 43% asegura no asumirla.

Eduardo García Cueto, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, explica que "hay personas que han basado sus amistades, sus redes sociales, en apariencias, en llevar unas mismas marcas, tener ciertos modelos de coches o ir a unos mismos sitios, haciéndose apreciar por esas pertenencias, y no por lo que son". "Así que ahora temen reconocer su pérdida de ingresos por miedo a quedar aislados y perder su red social", asegura.


Esto es algo que debería llevarnos a profundas reflexiones; cuando tan solo lo visible, lo material es importante, algo falla en nuestras estructuras; cuando una persona basa sus relaciones, sus valores, sus principios únicamente en aspectos materiales y no profundiza en aspectos de mayor calado, la persona deja de existir para convertirse en un simple títere.

Este es un gran momento, un momento para retomar esos valores, esas creencias en nosotros mismos y en la propia sociedad, a la que es posible cambiar, con un pequeño empujón de cada uno.

Está en juego el porvenir de las generaciones futuras, esas que vinieron tras nosotros con la esperanza de que sus mayores sabrían guiarles. Aún estamos a tiempo de hacerlo, de mostrarles que la generosidad, el altruismo, el rigor, la bondad, la entrega, el sacrificio o el perdón son posibles.

He decidido SER, ¿me acompañas?

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