martes, 28 de septiembre de 2010

Afortunado

Ayer terminaba un proyecto de Coaching con una cliente; una mujer fuerte, brillante en sí misma y que, como tantos otros, se veía pequeña y temía el rechazo. Ella ha encontrado el camino, un camino de crecimiento continuo y que no tendrá fin, ni en esta vida ni en la otra.

Ser anónimo, de tan gran importancia para aquellos que disfrutamos de su amistad y cuyo impacto no deja indiferente.

Ayer descubría, de nuevo, lo afortunado que soy al tener la confianza de personas como ella, o de la riqueza de estar con las personas con las que estoy, de haber sembrado la semilla, junto a mi esposa, de unos hijos que serán puntal de la sociedad del futuro porque ya lo son hoy en la medida en que la representan, personas forjadas en valores y generosidad, inmensos en los cuerpos que los contienen.

Camino por la calle y veo, a mi alrededor, personas cariacontecidas, conformadas, ignorantes de los tremendos regalos que la vida deja cada día para ellos; una sonrisa, un guiño de complicidad, la oportunidad de resolver un problema, de plantear una ilusión o de vivir un fracaso, que es vida en sí. Veo también la ilusión en algunos adultos y en la mayoría de las caras infantiles, deseosas de compartir sus experiencias con otros; nada les diferencia de los primeros, ¿nada?, sí, lo fundamental, la forma de encarar su hoy, preñado de oportunidades.

Hoy estoy aquí, mañana quizás no así que , si espero, quizás sea tarde para sonreír, para ser amable, para hacer esa llamada, para compartir ese rato de intimidad o para escucharte a ti. Mejor empiezo ahora y evito quién sabe qué.

Mira a tu alrededor y disfruta de lo que ahí hay, un árbol, una casa, una cama, una sonrisa, un amigo, un competidor, una familia, tu propia soledad o una enfermedad que te haga crecer en ti. Eso no llega solo, hay que forjarlo y será bueno que lo hagas hoy.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Eres grande

Te veo excelso, poderoso, grande y brillante, ¡ojala pudieras salir de ti y verte como te veo yo!, desde tu esencia completa e íntegra, querido amigo. Te empeñas en ver solo tus pequeñeces y obvias ese todo maravilloso que hay en ti.

Te miro y veo tu fuerza, tu arrojo, tu determinación, que tapas con ese manto lastimero y autocompasivo de quien no se atreve a SER con mayúsculas, temeroso de dios sabe qué; y no lo entiendo, porque te privas de vivir una vida plena, de llevar luz a aquellos que la necesitan y a ti mismo.

Vuelves a dejarte aprisionar por creencias absurdas (no puedo, no debo, soy alto, soy bajo, soy bueno, soy malo, soy gordo, soy flaco, soy…..), y tu ser se torna pequeño y vulnerable, apenas un mal reflejo de lo que verdaderamente es; o quizás prefieres vivir esa vida pequeña y miserable, atemorizado y ruin aunque, eso sí, más cómodo pero no más feliz ni más realizado.

Solo una propuesta de prueba: hoy, en aquello que creas que no debes, o no puedes o no…..fuérzalo hasta que lo consigas: no fumes ese cigarrillo, no tomes esa copa, di esa palabra amable a tu contrincante, pide ese perdón que te está consumiendo, da ese beso que anhelas, haz esa llamada que temes, dí que si o dí que no pero dí.

Será difícil, te atenazará ese traje pequeño que llevas, pero una vez hecho, saldrá ese YO brillante y decidido. Solo te tienes que dar permiso para ser TU, desde tu esencia, desde tu grandiosidad.

Gracias por ser tu, gracias por ser así.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Mi casa, mi vida

Heredé una casa; por fuera parecía muy grande pero, al entrar en ella, pude ver que los espacios eran tremendamente reducidos, oscuros, lúgubres y llenos de humedades, algo curioso ya que realmente lucía fantástica desde fuera, espaciosa y luminosa, con grandes ventanales.

Entré en ella con cierto miedo, las telarañas se amontonaban en torno a mi y el hedor a podredumbre era irrespirable; no recuerdo quien me acompañaba aunque tengo la certeza de que había alguien que estaba junto a mi, y fue esa persona la que me hizo ver, al palpar la primera pared y notarla hueca, que no era una pared maestra si no un delgado tabique y que por tanto, con una buena maza, podría destruirla y conseguir algo más de espacio.

….Y así lo hice y, aunque costó tiempo, esfuerzo y sacrificio y me hizo sentir incómodo e incluso fuera de lugar, conseguí una estancia algo mayor pero no lo suficiente para la casa que yo había imaginado; tras aquel tabique, apareció otro sensiblemente más grueso pero que desapareció, curiosamente, con mayor facilidad que el primero y dio lugar, ahora sí, a una estancia que me permitió pasar un tiempo con cierta comodidad de espacio aunque sin la luz que siempre deseé.

Daba la impresión de que le había cogido la técnica a la destrucción de tabiques, y así cayeron uno, y otro, y otro, y hasta alguna pared maestra, creencia limitante de que todo se derrumbaría pero que, convenientemente apuntalada, resistió, consiguiendo hacer de aquella casa lúgubre, la casa de mis sueños, llena de luz, aire puro y espacio vital. Soy consciente de que esa casa volverá a quedar pequeña en un tiempo, pero entonces ya sabré como ampliarla, que paredes tirar y que otras estancias construir anexas.

Ese día, conseguí traspasar mis límites, hacerlos más amplios y tener una vida más plena. La vida me vino dada pero, lo que hago con ella, es de mi total responsabilidad, y yo la quiero grande y libre. Tu decides que tabiques tienes que tirar y cómo lo quieres hacer, pero no te conformes, rompe tus límites, amplíalos una vez, y otra, y otra; no es cómodo ni fácil, ni es igual para todos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Sacrificio v.s. comodidad en el primer empleo (1º de dos)

Dado lo espinoso del tema, prefiero exponer mis reflexiones en dos posts, cada uno dedicado a una de las partes.

Mi inquietud y el impulso de escribirlo, surge de las noticias de ayer en CUATRO, donde salía una joven de unos 25 años diciendo que, para su primer empleo, las ofertas eran muy bajas en lo referido a salario, horarios y vacaciones. Lo malo del tema es que los medios de comunicación dan como verdades universales situaciones de un grupo, más o menos representativo, de la población de los jóvenes en busca de su primer empleo. Tuve un jefe, que se consideraba sabio, que tenía una muletilla muy apropiada para este caso "merluza grande y de poco peso, no hay"

Frente a esta opinión, me encuentro con el caso de no pocas personas que están volcadas en proyectos sociales, percibiendo cantidades de dinero poco significativas y poniendo, en muchos casos, su salud física y/o psíquica en juego, aunque enriqueciéndose notablemente de otro modo. Hablamos de personas que acompañan personas mayores o a otras personas que necesitan ayuda, hablamos de organizaciones como ARRELS, como MEDICOS SIN FRONTERAS, PAYASOS SIN FRONTERAS, GREEN PACE, TOT RAVAL, o tantas otras.

Y no solo en proyectos sociales; en la empresa que dirigía antes, hacía la selección por valores e intentaba que las personas que se incorporaran al equipo, tuvieran un brillo en los ojos que me hablara de sus ganas de participar en proyectos ambiciosos de consultoría, que estuvieran dispuestas a absorber conocimiento y a tener la humildad del aprendiz. Hoy, algunas de esas personas están cumpliendo sus sueños, ya sea en prestigiosas universidades en Asia, o en direcciones de área de empresas de prestigio; de algún modo el sacrificio tuvo, como siempre, recompensa.

En tiempos, no tan lejanos, el primer empleo constituía la parte final de una formación por la cual el individuo estaba dispuesto a, CASI, cualquier cosa, consciente de su todavía desconocimiento inconsciente, sabedor de que habían muchas cosas que ignoraba y que necesariamente las tenía que aprender. Recuerdo ver en algunos comercios, fábricas y oficinas, el cartel “se necesita aprendiz”. Me sorprende una actitud en la que la máxima preocupación sea “sueldo, horario y vacaciones” en lugar de “posibilidad de aprendizaje, posibilidades de carrera e impacto en mi persona”.

Propongo seguir algunos sencillos principios para ese desarrollo inicial:

• Mentalidad del aprendiz: humildad y ansia de aprendizaje
• Identificar la propia meta y luchar por ella, conscientes del aprendizaje en la dificultad.
• Hacer que pasen cosas en lugar de esperar a que alguien lo haga por nosotros.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Libro PNL Y COACHING. CAPITULO 4: En qué se parece y se diferencia el Coaching de otras metodologías de acompañamiento al crecimiento, aprendizaje y

¡Que pasión la del aprendizaje proactivo!, que diferencia tan abismal entre la enseñanza y el aprendizaje, entre el que recibe la lección o el que la rescata de la mar del conocimiento, tal es la fuerza del Coaching en la que el sujeto es quien aprende, no sin esfuerzo, con la compañía y la guía del Coach (recordemos los paseos de Sócrates con sus Discípulos mientras la Mayéutica giraba en torno a ellos).

Muchos son los que interpretan esta disciplina nuestra como una terapia, algo exclusivo de las ciencias dedicadas al arreglo de cosas que no funcionan (psicología, psiquiatría, …), no del Coaching aunque, bien está considerarlo, puede resultar terapéutico, como lo será un tazón de chocolate caliente en un frío día de invierno, tras una copiosa nevada, sufrida a la intemperie, sin que el chocolate pueda ser considerado como un medicamento.

Complementario de diversas terapias, nunca debe tomarse como un sustituto de estas, aunque pueda resultar satisfactorio como soporte o complemento a ellas. El Coaching bebe su esencia de presente y futuro, del “soy y quiero ser” cuando, las terapias, lo hacen del pasado y el presente, del “fui y soy”; así, tenemos el psicoanálisis, la terapia Conductiva y la Psicología Humanista, teniendo algunos puntos de conexión como puedan ser las creencias limitantes u otros.

Vemos también aspectos como Vida en Plenitud, como el concepto holístico de la persona, como la Homeostasis o vivir la Vida (con mayúsculas) con toda responsabilidad, ¿nos suena?, son referentes en el Coaching, como lo son también en la Gestalt…Maravilloso camino principal el de la Vida Humana en el que multiplicidad de herramientas, como vemos en este capítulo, convergen para poder vivirla en toda su intensidad.

Fascinante mundo el del Coaching donde, a diferencia del resto de técnicas y terapias (PNL, GESTALT, COUNSELING, MENTORING, etc), tiene a su maestro de ceremonias, el Coach, que parte de la humildad del que no sabe pero sabe guiar al que realmente sabe, renunciando a sus posibles conocimientos de experto en aras del mayor aprendizaje. Complemento ideal de Consultores y Mentores, expertos en áreas de actividad que conseguirán otros conocimientos en breve tiempo, necesarios para el buen desarrollo técnico de la actividad.

Para terminar, asoma la cabeza la Psicología de los Enatipos, poderoso aliado del Coaching, en el que sus tres centros, Vital, Emocional y Cognitivo, ayudarán a la comprensión del individuo como una unidad esencial que es moldeada por el entorno, así como el entorno es impactado por el propio ser humano, modificándolo y enriqueciéndolo.

Los comentarios del resto de compañeros y capítulos, los encontraréis en la siguiente URL: http://www.pablotovar.com/blog/