martes, 26 de octubre de 2010

2ª etapa de mi camino de Santiago

El caminar es ahora seguro, todo y que en ocasiones pequeños brotes de egomanía y soberbia vuelven, como antaño, en busca de su ración de alimento; la diferencia está en que hoy por hoy, este escasea si no es inexistente y, a la mínima percepción, la humildad marca las reglas del juego y deporta a la dama impertinente a su rincón de soledad.

Este descubrimiento es importante, en especial unido a la percepción de que en grupo tenía que marcar la diferencia y sobresalir pero, en solitario, la más terrible de las vergüenzas anidaba en mi. El resultado era que me sentía incapaz de compartir en solitario, debía tener publico conocido para poder hacerlo….justo hasta hace muy poco tiempo.

Ayer asistía a una presentación en una escuela de negocios de un tema bien conocido: El Coaching Ejecutivo. Otrora, habría estado en silencio ante una cuarentena de personas de las cuales tan solo conocía a un par, de las que estaba alejado pero, sin contención alguna, las palabras empezaron a salir, no por deseo de figurar, si no para aportar un criterio distinto al expuesto o para confirmarlo, buscando el debate.

Esa sensación de acaloramiento que me invadía en tamaña situación, fue sustituida por la tranquilidad de saberme en igualdad de condiciones que el resto de copartícipes de la reunión. Ya no estaba ese azoramiento, ese temor a meter la pata, al qué dirán, si no que la seguridad y la necesidad de ese compartir ganó la batalla de una forma natural.

Este camino hacia dentro, apasionante camino interior, se muestra intenso, divertido, duro, como el iniciado años atrás aunque, todo es decirlo, el callo emocional de haber aprendido a entrar en estas profundidades, facilita su tránsito aunque no lo haga más liviano, ya que continúan habiendo zonas de oscuridad y zonas de luminosidad intensa en las que refugiarse.

Cada vez existen menos zonas en las que no considere adentrarme, aún y sabiendo que en ellas encontraré un invierno desigual. El aprendizaje y la satisfacción de estas vivencias hace que se tornen, si no primaveras, si por lo menos otoños atemperados de los que salir reforzado. Mi zona de confort se va ampliando y, con ella, los propios horizontes.

4 comentarios:

  1. No sé quién dijo que "cuando la lucha de un hombre empieza dentro de sí mismo, esa lucha vale algo". Bravo por ti!

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  2. Compartir tu diario de viaje...eso si que es compartir! Y hay que ver cómo escribes....Confidencia por confidencia, he tenido un momento poco generoso "nocomentoqueconescribirasíyatienebastante", pero me he recuperado, aunque sigo llena de sana envidia. A mí también me pasaba lo mismo hasta hace poco.
    Bsss
    Alejandra

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  3. Qué bello, duro y aventurero camino has escogido, olé por tí!!
    Camino imagino que solitario, tanto, como gratificante encontrarse en cada árdua esquina.
    Un besote
    Marta

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  4. Jordi, te acabo de descubrir, felicidades por este camino.
    Ayer también asistí a una conferencia sobre coaching ejecutivo. Finalizando, en el turno de preguntas, pude ver el ego detrás de la mirada y el tono de una pregunta realizada por un coach. No era una opinión de contraste, era un desafío fuera de contexto.
    Esta noche me ha costado dormir, despertándome varias veces con otra pregunta en las puertas de mi mente ... ¿qué ahí en mí de esa actitud para que sienta tanta incomodidad? ... un descubrimiento y un aprendizaje en mi particular camino.
    Un abrazo.

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