miércoles, 28 de septiembre de 2011

Pobre Mundo este


Impactante la entrevista que le hacen a Alessio Rastani en la BBC y en la que el personaje se jacta en soñar con una nueva recesión, en ganar mucho dinero. No es el único, es algo generalizado entre determinados grupos de nuestra sociedad, hedonistas e insaciables.

Afirmaciones, a la pregunta de la periodista ¿Cómo aumentar la confianza de los inversores?  tales como

·       Me da igual
·       Es lo que menos me importa
·       Nuestro trabajo es ganar dinero
·       Llevo soñando con esto tres años
·     Cuando me acuesto por la noche, sueño con otra recesión

Me hacen pensar en la dirección que llevamos y en el vacío de determinados individuos que no tienen más que ansia de poder y dinero.

Como opinión personal, la verdad es que me producen más compasión que envidia; no podemos olvidar que son seres con unos Valores un tanto volátiles, no digo buenos o malos, ya que son los suyos y, por tanto, aceptados por una parte de la población, digo volátiles y al albur de corrientes de aire dominadas por otros.

¿Qué más se puede desear cuando se tiene todo lo que el dinero puede comprar?, ¿más dinero?, ¿más posesiones?, ¿más poder?

Nos habla de que el mundo no está gobernado por los gobiernos si no por un determinado grupo de banqueros; ¿estamos seguros de eso?; tacharme de naif, pero cada vez veo más claro que la persona ES, no TIENE o HACE, si no ES, con todo lo que ello comporta, y ahí es donde veo que, una vez gestionado el miedo, renace un nuevo ser en nosotros, alguien con el coraje y el valor suficientes para enfrentarse a cualquier adversidad.

Esta misma mañana, oía unas sabias palabras de Hidehiro Tsubaki, el cual ejerce como Cónsul general del Japón en Barcelona. En primer lugar ha agradecido de un modo que se percibía auténtico y sincero, el soporte dado al pueblo japonés tras el terremoto y el tsunami sufridos por aquel país en el mes de marzo de este año, apuntando después el comentario de un compatriota suyo: “no soy un damnificado, soy un reconstructor”.

Todo el dinero del mundo, no podría comprar ese carácter, esa valentía, ese orgullo como persona y como pueblo.

Hay esperanza y ese comentario es una prueba fehaciente de ello. Siento orgullo de ser persona y de convivir con personas como esta.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Escogiendo Vida


Es igual el rol que estés desempeñando en este momento, ya sea el de estudiante, operario, profesional liberal, docente, ejecutivo, empresario, Directivo, padre, hermano, amigo o esposa, hay algo detrás de todo eso: TU, en tu esencia, en tu ser, con unos valores, estén identificados o no.

Piensa en uno de esos momentos de tu vida en el que te sentiste realmente grande, por los motivos que fueran. Cuando digo grande, me refiero a esa sensación que irradia desde dentro, que te hace sentirte pleno, poderoso, valiente, esa posición desde la que todo es posible, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones…en cualquier faceta de tu vida.

¿Qué es lo que había en ese momento?, ¿qué sensaciones tenías? ¿qué valores estaban presentes?¿qué es lo que queda de ellas hoy?¿qué podrías recuperar?

En muchas ocasiones, las circunstancias nos sobrepasan y comentarios del tipo no puedes, no sabes, no llegas, te falta esto o aquello, no debes, no confíes, no, no, no, no, son habituales, pero no solo desde fuera, si no también desde dentro, desde nosotros mismos, algo que deberíamos desterrar.

Las personas tenemos una riqueza interior que no llegamos siquiera a imaginar y mucho menos a utilizar, inconscientes de tenerla ahí; es cierto que en ocasiones nos puede faltar algún conocimiento o recursos, pero lo esencial, lo verdaderamente importante, está en nuestra esencia y es desde ese punto desde el que podemos liderar nuestra Vida y acompañar o guiar a otros, de una forma robusta y efectiva.

Una revisión de nuestros valores, una puesta al día, puede ser algo que nos haga revisar nuestros actos y redireccionarlos; ¿estamos viviendo una vida conforme a nuestros valores?¿cuál de ellos estamos pisoteando?¿a qué estamos dispuestos a renunciar?¿qué elecciones debemos hacer para sentirnos plenos?¿cuál será el primer paso que daremos para que esto sea así?

Son preguntas simples que deberían tener respuestas simples y que podrían ayudarnos a descubrir una Vida con mayúsculas; no podemos olvidar que elegir es también renunciar, para bien y para mal.

¿Cuándo empezarás a responderte esas preguntas?, ¿Qué tendrá para ti el hacerlo?

jueves, 22 de septiembre de 2011

Saliendo de la tormenta


Una reunión ayer por la tarde cuyo tema principal eran los momentos que atravesamos, aciagos, lúgubres; pese a que el día era radiante, el cielo se oscureció con negros nubarrones hasta que, de pronto, una mirada perdida se tornó profunda, los ojos empezaron a brillar y apareció una sonrisa presagio de algo grande.

Esa persona empezó a desgranar su idea, loca al principio, sólida después, tanto por su reformulación como por las aportaciones de su compañero que empezó a salir, de forma acelerada, de ese estado catatónico que le atenazaba.

Había un torbellino de energía en esa sala, los matices sobre la idea se atropellaban por salir y la profunda escucha de uno y otro por captarlos, los enriquecían todavía más. Aquello no quedaría en el maravilloso pero estéril mundo de las ideas ya que el Plan de Acción empezaba a perfilarse sin recordar, tan siquiera, el motivo inicial de la reunión.

Las acciones se iniciaron de inmediato, una llamada, un correo electrónico, la consulta a alguna Base de Datos y alguna documentación hicieron que lo abstracto se tornara concreto, lo difuso tomara forma, lo incierto empezara a verse en el horizonte.

El sol había vuelto a brillar pese a las nubes en el cielo; los rayos habían encontrado los resquicios por los que aportar el calor y la luz necesarios para alumbrar la creatividad, la ilusión y la pasión de aquellos dos locos de la magia del desarrollo. No era una innovación partiendo de cero si no la variación de algo que será grande, muy grande, por su impacto, por su trascendencia de las propias personas que lo crearon y lo modifican.

Todo es posible cuando hay pasión e ilusión, la energía hace viable lo imposible, convierte en combustible la esperanza y realizable lo que, un día, no fue más que una loca idea.

martes, 20 de septiembre de 2011

Creando todos juntos. Jugando con las palabras


Es curioso el baile de palabras que las personas que han participado en este pequeño juego han expuesto; sorprende, entre otras, que las dos que se repiten sean Cambio y Crecer, como sorprende que entre 9 personas, tan solo dos palabras sean las que se repiten y estas sean, precisamente, cambio y crecer.

Uno es un concepto inherente a la propia humanidad y al universo en general; todo cambia, en todo momento, incluso lo inanimado, bien por el paso del tiempo, bien por la propia observación en la cual, el propio observador, influye en la escena y la impacta modificándola, ya se trate de seres vivos o de la propia naturaleza en general.

Respecto a crecer, denoto una importante tendencia de las personas a crecer interiormente, a cultivarse, a empezar a huir del hedonismo para dedicarse a su interior, a trabajar desde dentro hacia fuera, en lugar de hacer como hasta hora.

Ignoro si se trata de una casualidad o de un flirteo cuántico, pero la cuestión es que tan solo una palabra aparecía escrita en mayúscula, entre otras dos escritas en minúscula y esta es, precisamente, ILUSIÓN. No haré interpretaciones, o quizás sí, permitiéndome jugar con sensaciones que acuden a mi de una forma deslavazada.

Ilusión es el motor del mundo, la gasolina del ser humano, ya sea en individuos solos o en Grupos de cualquier tipología. Su contraria, desesperanza, no aparece, así que da la impresión de que nos aferramos a esa ilusión para luchar contra los negros nubarrones que nos acechan. Cuando los ojos brillan, cuando una sensación de que todo es posible aparece, cuando una sonrisa interior se dibuja en nuestras entrañas, la ilusión aparece majestuosa por entre las brumas.

Alguien me comentaba ayer que no se trata de lo que pasa, si no de lo que percibimos que pasa, comparándolo con las expectativas que nos habíamos generado.

Otras curiosidades, de las palabras que aparecen con un sesgo más negativo (o que yo las percibo así, quizás sin serlo), la mayoría son referidas al exterior del ser: Aristocracia (la percibo con un deje peyorativo), Ineptitud, Irresponsabilidad, Incoherencia. Con esos conceptos, no podemos hacer nada, no dependen de nosotros y sí, por el contrario con Frustración, Agotamiento o Desorientación, siendo estos susceptibles de ser manejados, de ser gestionados por nuestra capacidad resiliente, es decir, por nuestra capacidad de salir fortalecidos de la adversidad.

Oportunidad, aprendizaje y cambio aparecen juntas, como lo hacen levantarse, fluir, sonreír; ilusión, ánimo, sonrisas; creer, crecer, crear; futuro, estabilidad; cambio e ilusión o compartir, crecer, creer en la Plenitud. ¡Impactante!; son palabras encadenadas unas a otras con las que podríamos escribir cuentos cortos con un gran significado.

Lucha, por último, aparece frente a agotamiento y desorientación, como si se erigiera en la necesidad imperiosa de derrotar a nuestro YO más castigado, sacando fuerzas de flaqueza. La imagen que me viene es que nosotros mismos construimos nuestros propios mundos, decidiendo como queremos que sean.

Pero ese es mi análisis, ¿qué os sugiere a vosotros esa lista de palabras?

jueves, 15 de septiembre de 2011

Creando todos juntos. Curiosidades de una encuesta.


Muy buenas noches a todos, el lunes de esta semana colgaba un post en el que os pedía que reflejarais con tres palabras, vuestra posición respecto a los tiempos que estamos viviendo y, la primera impresión, es francamente positiva. Han participado 9 personas (yo no lo he hecho para no condicionar el posible resultado), lo cual nos da un total de 27 palabras, de las que 20 tienen un sesgo claramente positivo (¿resiliencia?) y 7 un sesgo negativo, muy ligado a la lógica indignación, es decir, un 74% en el primer caso y un 26% en el segundo.

La primera impresión es que la participación ha sido muy baja, pero es esperanzador pensar que, los que habéis participado, lo hacéis de una forma mayoritaria, con el ánimo revolucionado

Las palabras han sido las siguientes:

·       Aristocracia
·       Ineptitud
·       Irresponsabilidad
·       Oportunidad
·       Aprendizaje
·       Cambio
·       Levantarse
·       Fluir
·       Sonreír
·       Ilusión
·       Ánimo
·       Sonrisas
·       Creer
·       Crecer
·       Crear
·       Futuro
·       Estabilidad
·       Cambio
·       ILUSIÓN
·       Lucha
·       Compartir
·       Crecer
·       Creer en la plenitud

·       Incoherencia
·       Aristocracia
·       Ineptitud
·       Irresponsabilidad
·       Frustración
·       Agotamiento
·       Desorientación

¿Qué palabras consideras que te pueden llevar más lejos?, ¿qué crees que TU podrías hacer para fomentar esto desde tus posibilidades?.

Gracias por tu participación

domingo, 11 de septiembre de 2011

Creando todos juntos


En esta serie de post siempre he hecho algunas reflexiones personales que estarán alineadas, o no, con las personas que las lean, y ahí precisamente está la riqueza de la diversidad. Quiero que este post sea distinto, me gustaría Co-crear a partir de las personas que lo lean, participen y, de alguna manera, ver a donde nos conducen estos enlaces entre unos y otros.

Está claro que estamos atravesando una zona de turbulencias, como también lo está que hay quien pueda estar atravesando situaciones angustiosas, por razones reales o por precaución, dicho de otro modo, vivimos en un entorno, en una sociedad, en la que convivimos personas que se crecen ante la adversidad, quien se deja vencer por el desánimo o necesita un descanso después de tanto tiempo de lucha, quien lo ve todo negro, quien piensa que necesita poco de lo material y, por tanto, la crisis no va mucho con él, y hasta a quien esta crisis, le está viniendo la mar de bien, por los motivos que sean.

Te voy a pedir que analices tu posición, no la posición de la epidermis, si no la de las profundidades, no lo que está de moda, si no lo que realmente sientes, sufres o disfrutas. Después, por favor, deja tu comentario en este blog, grupo o foro de debate, e incluso en mi correo electrónico, pero hazlo tan solo con tres palabras, las que mejor reflejen tu sentimiento, posición o emoción, solo tres, que podrán ser sustantivos o adjetivos, pero solo tres palabras.

Después de esto, iniciaremos una serie de artículos referidos a esas palabras, quizás con un montón de preguntas para las que cada cual tendrá sus propias respuestas, a lo mejor con sabios cuentos de antaño que nos lleven a una reflexión preñada de enseñanzas o, ¡también podría ser!, a historias surgidas de ellas y que, como si  tuvieran vida propia, se dejen fluir como si de un río se tratara; claro que también nos podríamos encontrar con una mezcla de todo ello y, como decía el cuento sufí, ¿buena suerte, mala suerte?, ¿quién sabrá?

Gracias a todos por vuestra ayuda, ¿creamos?.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Cambiando desde el cambio


Me siento en el ojo del huracán, con calma chicha allá donde mire, paredes que se antojan negras por nuestro propio miedo al cambio y, por el contrario y a nuestro alrededor, con tan solo traspasar ese espesor, una vorágine de cambios que nos zarandean arriba y abajo.

Nos sentimos despistados, perdidos, huérfanos de experiencias pasadas que nos ayuden a situarnos en el presente y a encarar el futuro con garantías, y es que no hay experiencias pasadas en esta vida nuestra, que nos puedan ayudar en este escenario, unos dicen que global y otros, los más, asintiendo más por borrachera en los sentidos que por propia convicción.

Intentamos afrontar estos nuevos paradigmas con nuestras viejas creencias, nuestras antiguas ideas, nuestras mágicas (y caducas) soluciones que antes, siempre, nos habían sacado de apuros.

Parece que no seamos conscientes de que poco de lo anterior funciona, salvo el retorno a los valores y, de algún modo, intentamos ver el universo con la convicción de que la tierra es plana y eso, querido amigo, eso ha cambiado. Deberíamos ir hacia pensamientos completamente distintos a los actuales, algo inexplorado, algo valiente.

Se me asemeja al niño de 3 años que explora el universo que tiene a su alrededor, sin filtros mentales de ningún tipo, donde cada experiencia supone un sin fin de preguntas, una miríada de descubrimientos. ¿cómo sería nuestro escenario si fuéramos capaces de mirarlo todo sin miedo, sin prejuicios?, de mirar del revés lo que antes mirábamos del derecho, de deslizarnos en lugar de rodar, de fluir en lugar de dirigir, de debatir en lugar de discutir.

Recuerdo la escena de una película, “Apolo XIII”, donde un grupo de ingenieros es capaz de construir un filtro redondo partiendo de uno cuadrado y de los elementos más cotidianos e inimaginables. Deberíamos de ser capaces de mirar con el oído, de oír con el tacto, de tocar con el paladar, como deberíamos ser capaces de seguir a nuestra intuición sin miedo al error o al fracaso.

¿Empezamos a hacer algo distinto, empezamos a cambiar desde el propio cambio en lugar de hacerlo contra él?

lunes, 5 de septiembre de 2011

Identidad


Leía un artículo en uno de los diarios de mayor tirada en el que hablaba de la pérdida de identidad entre las parados de larga duración, ya que no tienen claro como presentarse a sí mismos (soy secretaria, soy abogada, soy médico, soy electricista, mecánico, Comercial, Gerente, ….), algo que me llevó a algunas reflexiones que quería compartir en estas líneas.

No puedo llegar a concebir que mi identidad sea la de Coach, Dinamizador,  Emprendedor, Padre, Hijo, Esposo, Profesor, Alumno, Gracioso, o Antipático; no, lo siento pero creo que esos aspectos no son más que algunos de los papeles que juego dentro de la sociedad en la que me hayo inmerso.

Considero el Ser como algo mucho más grande que una profesión, considero a esta, como una parte importante de mi Ser, pero en absoluto mi Ser, porque eso sería considerarme muy pequeño y monocromático.

Soy lo que quiera ser, no lo que el rol que desempeñe circunstancialmente indique, ya que los roles pueden ser cambiados con más o menos empeño, siendo hoy electricista y mañana pintor, hoy abogado y mañana emprendedor, comercial, o secretaria.

Desde el momento en que confundo mi identidad con un rol me autolimito, me anulo como persona en toda su riqueza, en toda su diversidad, construyendo unas murallas tan altas como lo sea mi creencia limitante.

Cuando empiezo a considerar la policromía de mi identidad, me doy cuenta de lo afortunados que somos como seres humanos y de la grandeza del Ser por encima de la del Hacer, con capacidad de ir reforzando nuestras estructuras, nuestras creencias y, especialmente y teniendo todo ello por base, nuestra autoestima; tengamos en cuenta el espejo que suponen los otros, pero tengamos claro que somos nosotros los que hacemos la imagen que refleja ese espejo, no ellos.

Creamos en nosotros como personas, como seres humanos, más que como meros hacedores de esta o aquella actividad, posición social, profesión o estudio. Solo así tendremos a nuestro alcance toda nuestra potencialidad.

Entremos un poco más en nosotros y empecemos a descubrir nuestra Identidad, la verdadera, no el papel que jugamos o que nos hacen jugar. ¿Quién eres?

viernes, 2 de septiembre de 2011

La culpa siempre está fuera


Tuve un Jefe, hace ya unos cuantos años que me hablaba de la exportación de culpas y yo, novatuelo en esas lides en ese momento, pensaba que la edad le hacía desvariar un tanto. Con el tiempo, pude ver como eso, lejos de ser falso, era una auténtica realidad en las organizaciones de cualquier tipo: empresariales, docentes, familiares, deportivas, …. Otro descubrimiento, tiempo después, sería la delegación hacia arriba.

No he tenido tiempo, fulanito no ha hecho su parte, menganito no ha encontrado la información, esperaba a zutanito para avanzar, …… con todos mis respetos, EXCUSAS DE MAL PAGADOR, que decimos en Cataluña.

No quiero quitar la razón a quien habla de fulanito, menganito y zutanito pero, ¿te has parado a pensar que podías haber hecho tu?. Hay un libro de Paco Muro, “Ir o no ir” que es una recopilación de historias breves y os recomiendo especialmente la que habla de los YASTAS y los ESQUES, resolutivos unos (ya está hecho), victimistas y quejicas los otros (es que…..)

Las oportunidades, los trenes de nuestra vida, sabemos que pasan cuando llegan a nuestra estación, pero no sabemos si volverán a hacerlo así que mejor que los aprovechemos cuando están.

El máximo compromiso lo tenemos con nosotros mismos y, a ese, no podemos engañarle. No puede haber dificultad lo bastante grande como para hacernos cejar en nuestro empeño; busquemos otras formulas, otros aliados, otras formas distintas de hacer o ver las cosas y actuemos, por nuestro futuro, por nuestro compromiso con ningún otro que con nosotros mismos.

Usemos el círculo de influencia del que habla Steven Covey en los 7 Hábitos, hagamos frente a aquello sobre lo que podemos actuar y dejémonos de lloriqueos absurdos y de buscar culpables que no son otros que nuestra falta de coraje y de compromiso, aunque, de eso, ya tendremos ocasión de reflexionar próximamente.

Te propongo lo siguiente, cuando sobre algún objetivo marcado te vaya a salir la excusa, cámbiala por un en este tiempo voy a hacer esto para resolverlo, luego podemos comentar el impacto que esto ha tenido en ti y en tu entorno.