miércoles, 18 de enero de 2012

Fuerza en ti, fuerza en mi, fuerza en nosotros


Realmente es indescriptible ver a un Equipo trabajando como tal, bailando unos con otros, sí, no lees mal, digo bailando, porque tal parece la comunicación entre esas personas que interactúan juntas con un objetivo común, aunando intereses personales con intereses comunes y haciéndolos uno, gran diferencia con el grupo de personas que decide unirse con un fin común que deviene distinto para cada uno de los miembros.

Indescriptible y complejo, tremendamente complejo, porque hablar de esto significa hablar de confianza, de interdependencia, de humildad, de sencillez, de autoliderazgo, competencias estas notablemente distintas a las de antiguos paradigmas, cuya incoherencia era patente, buscando la competitividad, el recelo, la soberbia, la dirección por mando. En este tipo de gestión, las barreras entre los individuos simplemente desaparecen y se produce la simbiosis.

Mis primeras reacciones surgen de mis propios filtros mentales, de mis creencias limitantes, las cuales intentan protegerme SIEMPRE según esos parámetros y así, aparecen los “cuidado con este o con aquel, cuidado con compartir la información no sea que se adueñen de ella, cuidado con esto, con aquello y con lo de más allá”.

Ahora imaginemos unas personas que se unen  con la mentalidad abierta, limpia de prejuicios, con ansia de compartir, de dar y recibir, con confianza, con humildad, sabedoras de que en esa unión es, precisamente, donde está la fuerza de ellos mismos como individuos y de todos como conjunto indisoluble cuando se presentan como tal.

Supongamos también esa interdependencia, muy por encima de la tan anhelada independencia que, si bien es cierto que consigue que seamos nuestros propios dueños, también lo es que nos hace renunciar a la riqueza de la unión y del compartir, de disfrutar de nuestra propia diversidad, la cual nos hace fuertes y nos ayuda a crecer en nosotros mismos.

Un conjunto en el que las líneas trazadas por el bien del sistema, nos llevan a que cada cual sea líder de uno mismo, se involucre en la medida necesaria y asuma el rol de guionista y protagonista en cada momento, sin necesidad de censuras o policías de control.

Sueño con ese sistema y tengo el inmenso privilegio de participar en la creación de algo que funcionará de ese modo. Es complejo e intenso, pero funcionará y nos permitirá mostrarlo a otras realidades que busquen algo similar.

Estoy en ti, estoy en mi, estoy en nosotros, esa es la única filosofía, ¿te unes a ella?.

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