sábado, 8 de enero de 2011

Profundizando hacia tu interior

Veo unas profundas ganas de compartir nuestras inquietudes, nuestros anhelos y nuestros sueños, pero tenemos una gran dificultad inicial en dejar ir nuestras sensaciones, nuestras emociones, como si se tratara de algo sucio y abyecto que hay que mantener en todo momento bajo control.

En las sesiones de Coaching podemos observar como el tarro de las esencias empieza a destaparse, como el cliente, sea un ejecutivo o un estudiante, un profesional liberal o un artista, empieza con todos sus temores bajo control, caminando sobre caminos conocidos y controlados.

Aquí es donde la pericia del Coach hará que esa persona inicie el camino de su vida, ese camino que le llevará por sendas quizás no tan conocidas, algunas luminosas, otras oscuras, pero todas ellas cargadas de significado, de aprendizaje.

Y ese camino, no está exento de exploración, de búsqueda de nuestros temores, sueños e ilusiones más ocultos, como si se tratara de ir descarnando una cebolla, capa tras capa, permitiendo salir a la luz la auténtica esencia del fruto, su parte más sabrosa y auténtico significado de su existencia.

….Todo partiendo del fruto, sin mayor intervención del cocinero más que el simple acompañamiento en su camino; aspirando un aroma primero que quizás devenga sin sentido para, poco después, estirar aquella capa que parecía no tener más valor que el de una piel estropeada, descubriendo un extraordinario potencial en ella.

El camino no acaba nunca, siempre habrá una parte que descubrir, un tramo que explorar, por el bien del crecimiento y siempre estará en nuestras manos iniciarlo, aunque nunca sin que estemos preparados para ello.

A menudo me sorprende ver como surgen aspectos insospechados al inicio de la sesión, como esas capas de cebolla dan lugar a auténticas perlas, blancas unas, negras las otras; aspectos que remueven lo más profundo del ser, llegando a la auténtica esencia del individuo, suponiendo descubrimientos cargados de significado, siendo verdaderos regalos.

El tarro de la esencia se destapa completamente entonces y ya solo queda dejarlo fluir, SER, con mayúsculas; déjate fluir y empieza a ser, permítete ver en tu interior; vale la pena intentarlo.

1 comentario:

  1. SER... tan sencilla y a la vez profunda. Parece obvio, SER? Y qué poco SOMOS!! No quiero liarte, sólo apoyar tu invitación. Vale la pena pasar por esta vida intentando SER lo más uno mismo posible, y no tine porqué ser siempre igual, en la transformación del SER existe belleza!

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