domingo, 18 de marzo de 2012

El Equipo como Sistema y su emocionalidad


Está claro que cada uno de nosotros formamos parte de una gran cantidad de sistemas, tomando como tales, grupos de personas que están relacionadas por cierto tipo de vínculos y que interaccionan entre ellas de un modo u otro. De estos, algunos los podemos considerar de referencia, aquellos en los que nos sentimos realmente implicados y en los que interactuamos de una forma plenamente consciente.

Cualquier acción que yo realizo, impacta en el sistema, como cualquier cambio que se genera en él, me impacta también a mi; podríamos decir que es reciprocidad pura, el sistema es en la medida en que yo soy, como yo soy en la medida que el sistema es. El simple cambio de mi posicionamiento en el sistema, generará un cambio en él.

Algo en lo que no solemos pararnos a pensar igual, es la interacción emocional que se produce en un sistema (pensemos en nuestra familia, grupo de amigos, empresa, Equipo de trabajo, institución a las que estamos afiliados, etc.). ¡El sistema siente!, ¡tiene emociones!.

Pensemos en que tenemos una comida en casa con nuestro grupo de amigos y el ambiente de alegría ilumina la sala, eso es el sentir del colectivo, más allá del sentir de cada uno de los miembros que lo componen.

Eso mismo ocurre con los Equipos de trabajo, tienen sentimientos, piensan, razonan, en la medida en que sus miembros lo hacen, provocando un rendimiento determinado; es por ello que consideramos imprescindible ser conocedores de ello para poder influir en la medida necesaria en cada caso.

Los conflictos no gestionados, los resentimientos, como la pasión común, el crecimiento y la alegría, son emociones que anidan en el seno de los Equipos y a los que será bueno dar salida, en ocasiones de una forma ordenada y, en otras, de un modo catártico, con el caos como principal exponente, aunque siempre con una posterior reconducción que nos permita aprendizaje y crecimiento.

El acompañamiento de Equipos (Coaching de Equipos) pretende precisamente eso, sacar a la luz la realidad, desvelar el momento actual del equipo, determinar objetivos y articular planes de acción que nos permitan la transformación hacia donde pretendamos ir, con el mayor conocimiento de todos los factores que inciden en el mismo.

Es real, es posible, ¿vamos juntos?

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