sábado, 14 de agosto de 2010

Egoísmo positivo

Leía, no hace muchos días, un escrito en La Vanguardia en el que se argumentaba un paralelismo entre la generosidad (el altruismo) y el egoísmo. La línea iba en torno a que la mayor satisfacción de dar está, precisamente, en el propio hecho de dar y, por tanto, había un sesgo egoísta en ello, algo en lo que no puedo por menos que estar de acuerdo.

Esto nos lleva a que, como el colesterol, existan dos tipos de egoísmo, el positivo, que proporciona satisfacción en la propia generosidad, produciendo crecimiento, generando bienestar en quien lo da y en quien recibe, generando satisfacción en el entorno, incluido el propio autor de la donación (material o no) y, el negativo, donde el egocentrismo campa a sus anchas, como un líquido corrosivo que no hace más que corromper todo aquello que toca.

Llevemos esto a todo el ámbito del individuo, a su faceta personal y profesional….Encontraremos personas viviendo en plenitud, en unos casos, y sujetos generando insatisfacción y grandiosos ídolos con pies de barro, en el otro.

Prosigamos con el ejercicio y pensemos en las Organizaciones de todo tipo, empresariales, docentes, Institucionales, Políticas…..ahora visualicemos aquellas en las que estuviese presente ese egoísmo basado en la satisfacción de dar, generando crecimiento, aprendizaje, aprecio, productividad, sabiduría, eficiencia, eficacia, …..

Vayamos a la otra cara de la moneda y observemos lo que ocurre cuando está ese egoísmo negativo, donde el ego, la propiedad a cualquier precio, las medallas, la propiedad del conocimiento, ….. fueran valores en alza.

Y ahora llega el momento de comparar, no solo en el ámbito del cortoplacismo, si no en el medio y el largo plazo, ¿qué impacto habrá?, ¿qué sociedad estaremos construyendo?, ¿con qué instituciones públicas contaremos?

….Y por fin, ¿que es lo que puedo empezar a hacer YO, como lector de estas líneas, para que ese cambio de paradigmas empiece a producirse en todos los estamentos, en todos los círculos en los que me muevo?, ¿a qué estoy dispuesto a renunciar?.

No sé vosotros, a mi me empieza a dar vértigo, un vértigo apasionante por las consecuencias que todo esto puede tener; nuevamente, la vida empieza hoy y yo voy a ser protagonista de ella.

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