miércoles, 8 de febrero de 2012

Del Grupo al Equipo. El éxito de la Organización (3/6)


Temor al conflicto

Todo debe ser políticamente correcto, no deben haber desacuerdos, no pueden haber estridencias, todo debe ser una mar calma….mientras el conflicto erosiona los órganos vitales de la organización.

Podemos encontrar dos tipos de conflicto, aquellos que podríamos llamar mezquinos, ruines, con ataques personales y cobardes en desacuerdos por resolver, donde los contendientes luchan por el poder de la forma más despiadada y cuyos resultados pueden ser nefastos, pero que conviene resolver lo antes posible, y aquellos en los que la propia defensa de los puntos de vista, hacen subir la temperatura.

Tanto en unos como en otros, impedir que se gestionen, u ocultarlos como si no existiesen, únicamente nos van a provocar que la infección se vaya extendiendo bajo la epidermis, lacerando más y más unas relaciones que pueden llegar a un punto sin retorno.

En el segundo tipo de conflicto, el apasionamiento, los diferentes puntos de vista, provocarán un enriquecimiento de todas las partes y un intento de sofocarlos sin que se agote el discurso, lo único que provocará será impedir que soluciones diversas y creativas puedan salir a la luz.

El apasionamiento, la exposición firme de unas creencias, sin ningún tipo de agresión personal, hace que el Equipo salga fortalecido y sus componentes aprendan a gestionar las diferencias de criterio, pudiendo contemplar las opciones contrapuestas sin que sean percibidas como ataques si no, bien al contrario, como formas distintas de apreciar los mismos elementos.

Una gestión adecuada del conflicto, no provocará más que la sana ventilación de las diferencias existentes, aunque realmente puedan haber algunos líderes que sientan total aversión hacia él.

Puede resultar del máximo interés que ese líder sea capaz de leer el campo emocional del Equipo, poniendo sobre la mesa los estados que se detectan y que no afloran, ya sean de frustración o de alegría, puesto que hacer un caso omiso de ellos, no hará que desaparezcan si no que posiblemente se intensificarán hasta cronificarse.

Cuando el Equipo es capaz de obviar los conflictos personales y gestionar los ideológicos, el Equipo entra en una nueva etapa de madurez en el que es posible despersonalizar cualquier tipo de debate y, por tanto, de crecer con el mismo.

¿Cómo gestionarás hoy ese conflicto que sabes existente en tu Equipo? ¿O prefieres la calma aparente?

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