lunes, 26 de septiembre de 2011

Escogiendo Vida


Es igual el rol que estés desempeñando en este momento, ya sea el de estudiante, operario, profesional liberal, docente, ejecutivo, empresario, Directivo, padre, hermano, amigo o esposa, hay algo detrás de todo eso: TU, en tu esencia, en tu ser, con unos valores, estén identificados o no.

Piensa en uno de esos momentos de tu vida en el que te sentiste realmente grande, por los motivos que fueran. Cuando digo grande, me refiero a esa sensación que irradia desde dentro, que te hace sentirte pleno, poderoso, valiente, esa posición desde la que todo es posible, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones…en cualquier faceta de tu vida.

¿Qué es lo que había en ese momento?, ¿qué sensaciones tenías? ¿qué valores estaban presentes?¿qué es lo que queda de ellas hoy?¿qué podrías recuperar?

En muchas ocasiones, las circunstancias nos sobrepasan y comentarios del tipo no puedes, no sabes, no llegas, te falta esto o aquello, no debes, no confíes, no, no, no, no, son habituales, pero no solo desde fuera, si no también desde dentro, desde nosotros mismos, algo que deberíamos desterrar.

Las personas tenemos una riqueza interior que no llegamos siquiera a imaginar y mucho menos a utilizar, inconscientes de tenerla ahí; es cierto que en ocasiones nos puede faltar algún conocimiento o recursos, pero lo esencial, lo verdaderamente importante, está en nuestra esencia y es desde ese punto desde el que podemos liderar nuestra Vida y acompañar o guiar a otros, de una forma robusta y efectiva.

Una revisión de nuestros valores, una puesta al día, puede ser algo que nos haga revisar nuestros actos y redireccionarlos; ¿estamos viviendo una vida conforme a nuestros valores?¿cuál de ellos estamos pisoteando?¿a qué estamos dispuestos a renunciar?¿qué elecciones debemos hacer para sentirnos plenos?¿cuál será el primer paso que daremos para que esto sea así?

Son preguntas simples que deberían tener respuestas simples y que podrían ayudarnos a descubrir una Vida con mayúsculas; no podemos olvidar que elegir es también renunciar, para bien y para mal.

¿Cuándo empezarás a responderte esas preguntas?, ¿Qué tendrá para ti el hacerlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario